Este soy yo.

Septiembre, día 8.

Jugaba el Real Madrid en el Bernabéu.

Mi padre era abonado y no podía perderse el partido.

Todo parecía un día normal, si no llega a ser porque yo acababa de nacer.

Sí, nacer.

El cabrón de mi padre se fue a ver el partido y me dejó ahí, con mi madre y un montón de primos, tíos, amigos…

Pero espera, que ya soy mayor y te diré una cosa: le entiendo y le aplaudo.

Menudo papelón aguantar a toda la familia y a un bebé llorando.

Así empezó mi historia.

Desde ese momento, me di cuenta de que lo más importante en este mundo es capar la atención.

Y yo, ese día, capté la atención de toda mi familia, sin ánimo de ser egocéntrico.

Si yo en ese momento vendo perritos piloto, todo el mundo me los hubiera comprado, porque era el centro de atención total.

Pero no fue suficiente.

No conseguí captar la atención total de mi padre y eso, años más tarde, cobró todo el sentido.

No vas a poder captar la atención de todo el mundo.

La gente tiene muchas cosas en la cabeza.

Y eso es lo que me hizo empezar mi camino profesional.

Tenía un objetivo, y a día de hoy, puedo decir que lo estoy cumpliendo.

Captar la atención.

¿Y a ti en qué te afecta?

Hago que tus clientes te escuchen y tengan sentimientos fuertes, como mi padre.

Y no, no hablo de abandonar un hijo para ver a Figo centrando desde la banda, hablo de crear una unión tan brutal de tu cliente con lo que vendes, que saldrán de la habitación donde está su hijo recién nacido para ir a buscarte.

He dedicado toda mi vida a la comunicación por un motivo principal.

Vender.

No todo el mundo se da cuenta de esto: puedes tener el mejor producto del mundo, que si no se enteran ahí fuera, será un fracaso absoluto.

Primero me formé y trabajé como realizador audiovisual, algo que me ha dado una gran habilidad a la hora de poner imagen a las empresas.

Luego me picó el gusanillo y decidí centrarme en la comunicación para empresas, cosa que sigo haciendo a día de hoy, porque me encanta ver cómo lo que haces aumenta sus ventas día tras día.

A todo lo que te estoy contando siempre le he dado un toque diferente, y por eso me especialicé en Transmedia Storytelling, que no deja de ser contar historias.

Como le digo a mis amigos, cobro por contar historias, ya sean en video, escritas o pintadas sobre un rinoceronte de oro. O todas a la vez.

Tiene su arte, no creas que no, historias cuenta mucha gente pero suelen ser para no dormir. Ya me entiendes.

Después de leer esto, quizá se te ocurra una idea con la que pueda ayudarte.

Quizá te parezca que mi padre no tiene corazón.

Igual estás pensando que soy un tipo raro.

Vete a saber…

Pero si vendes algo, lo que sea, un producto o un servicio, como particular o empresa, puedo ayudarte.

Tienes que captar la atención, si o también.

Tu comunicación es tan importante como tu producto.

Escríbeme y lo hablamos.

La primera sesión de consultoría de 30 min, mano a mano contigo, es gratuita.

Mientras que no haya partido en el Bernabéu, claro.

PD: Lo de Monje 360 es una larga historia… te la contaré cuando nos conozcamos.